PEQUEÑOS
MOMENTOS
En
alas de las grandes motivaciones, las expectativas de logro, las maestrías y el
diario vivir; la mayoría de de las personas pocas veces reparan en lo pequeño.
Quedan exceptuadas las partes creativas de cada quién, porque todos, en su fase
artística (innata como humanos) registran en sus sentidos (sensores que jamás
se detienen) todo aquello que sucede a su alrededor.
Sin
embargo, por inexplicables razones, los grandes acontecimientos llaman mucho
más la atención.
Cuando
tuve que presentar un monografía como trabajo final para una materia que
cursaba en 1999 (Filosofía, dicho sea de paso), elegí hacerlo a partir de
centrarme en los pequeños detalles de las clases; hallando en una silla a la
gran protagonista. Como cierre, luego de
la conclusión final, escribí un poema sencillo que les transcribo en homenaje a
los breves instantes en los que la nada nos devuelve al todo.
“Poema en
blanco”
Tan
sólo dejar que las palabras
ocupen
un espacio en cada renglón…
Tan
sólo hurgar en la respiración
para
no predecir lo que vendrá
sino
para volcar lo que está aquí
presente…
Casi
con el misterio de la vida misma
los
dedos transcurren sobre un teclado
tratando
de armar palabras que
la
mente dicta muy rápido
y
el corazón comienza a sentir.
Casi
como elaborando música,
como
pintando,
como
esculpiendo.
Un
poema en blanco es un poema
por
nacer…
Es
un poema no contaminado
de
ideas repetidas.
Es
un fluir de palabras
que
bailan su propio ritmo…
Poema
en blanco,
blanco
poema.” Graciela Khristael khristael@gmail.com 26-27 de febrero de 2013
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