martes, 19 de marzo de 2013


Nuevamente... Para volver a leer y analizar:

SOPLIDO


Imagina una competencia basada en lo siguiente:
Cien mil participantes de diferentes nacionalidades, sexo y edades, reciben cada uno frente a sí una hermosa réplica de un árbol milenario hecho en mármol.
El encargado de dar por iniciada esta insólita justa ha de ser el viento, quien –con toda su fuerza- soplará sobre las esculturas, hasta que todas y cada una de sus partículas se desparramen tan lejos como jamás podrían haberlo imaginado aquellos desafiantes protagonistas del encuentro. La tarea consistirá en reunir todas las moléculas esfumadas; por lo que el ganador, será ¡Qué duda cabe!, quien reconstruya el árbol de piedra.
Sin tiempo para la tarea, es probable que por generaciones, los herederos de los primeros participantes sigan intentando tan fantástica tarea.
Quizá eres uno de los descendientes recordando esta historia. Tal vez no se trata de fracciones de una estatua sino de partes de ti.
Si toda tu existencia pudieses verla como una totalidad -cual el árbol de mármol- , incluyendo las memorias de todos tus antepasados, tus ideas, las acciones de hoy, sumado a todo tu cuerpo físico; seguramente no descartarías una sola partícula a la hora de reconstruirte.
Lo que sigue es comprender que cada una de ellas puede aparecer con diferentes apariencias, asimiladas por el largo viaje; pero son tantas (casi incontables) que terminarás dándote cuenta de que todo lo que te tiene a cada instante como protagonista, es –inexorablemente- parte de ti.
Ahora…
Vuelve a mirar y a sentir.
Cada enojo, rechazo, acto destructivo, deseo posesivo, así como cualquier emoción que separa; volverá a dejarte inconcluso.
Piensa en ti. Si quieres tenerte completo: agradece todo lo que llega a tu vida, en la forma que sea, porque son las partículas tuyas atraídas por el imán de tus memorias.
Resuelve aceptando, perdonando y amando. Y quizá… sólo quizá, reúnas tus partes.
-¡Quieres probar a partir de este instante?
-...
-Bien. A la cuenta de tres ponte a trabajar. Uno, dos, tres…
¡Soplido!

Escrito por Graciela Khristael oasisdelalmakhristael@gmail.com 19-20 de marzo 2013
 


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