VIERNES.”EL
CAMINO DE LOS ANCIANOS”
Columna
de la Agenda Virtual Oasis del Alma/Fuente Perfecta
POLVO
DE ESTRELLAS
Allá
por el año 1980, asistí a un espectáculo de Revista y Humor en Mar del Plata,
en Buenos Aires; ciudad ícono de la temporada de verano en que los turistas
suelen concurrir con asiduidad al Casino, a los Restaurantes, a la Playa y a
los espectáculos nocturnos. Por entonces, contaba con unos cuantos años menos
pero con la misma inquietud a la hora de observar las conductas humanas.
Aquella noche en cuestión subía al escenario una compañía de teatro completa, con
cuatro actores destacados por entonces como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Moria
Casán y Susana Giménez.
Los
primeros en aparecer fueron los dos hombres (actualmente ambos fallecidos)
irrumpiendo en el escenario con un diálogo ameno a modo de apertura del Show. El
público se mantenía quieto en las butacas, el silencio era absoluto hasta que
de pronto el “gordo” Porcel le hace notar al “negro” Olmedo (apodos que
recibían), que a nadie le interesaba su charla, que la gente se aburría y que
no había venido a escuchar ese tipo de humor, indicando –acto seguido- que se
corriera el telón.
Nuevamente
salen a escena. Allí comienzan un saludo entre ellos con insultos al tiempo que
hacían los mismos comentarios del diálogo anterior pero con palabras grotescas,
burlas, provocaciones y una lista de improperios que en resumen despertaron la
risa de los espectadores, que más que ello eran carcajadas. Así, los actores se
decían mientras tanto el público los escuchaba:
-“Esto
es lo que quiere la gente. ¿Te das cuenta?”
La
verdad es que cada vez que recuerdo la escena me apeno y mucho por lo que somos
como humanidad, aunque aquello fue sólo un recorte de lo que siempre ha
acontecido y seguirá sucediendo en tanto no despertemos; porque no se trata de
una época o de una moda sino de la conducta como especie de este Planeta.
En
la actualidad el escenario más fácil de comparar es el ámbito de las
plataformas sociales de la red. Los canales de videos facilitan el “rating” de
quienes editan sus materiales y llama la atención las inclinaciones del gusto
popular en todo el Mundo. Nada más chequear los “me gusta” o las veces que se
ha compartido una publicación, para llegar a la conclusión de que muy poco ha
cambiado. Un adolescente que se exhibe con lastimaduras en sus brazos para
satisfacer las demandas de la red, recibe más adhesión que quien tenga algo
para informar en procura de una mejor calidad de vida. Publicaciones con
insultos a la política de todo el planeta, tiene más compartidos que quienes
intentan contribuir a la búsqueda de la paz interior.
Las
frases bonitas que se obtienen de la web se comparten tantas veces que en un
mismo “face” suelen estar repetidas provenientes de diferentes contactos; lo
cual tiene su parte maravillosa por el gesto que ello implica, pero a la vez su
parte tediosa por el efecto placebo, ya que la vida acontece un tanto más allá
de cada frase.
Y
en medio de todo eso, el tiempo del no tiempo que conduce al cambio de la hora
humana, al final de una era con la imperiosa necesidad de que las conciencias
despierten pero sin olvidar que se trata de una acción consciente.
No
bastan las palabras si no van acompañadas de la experimentación de la Verdad.
El Maestro de Lobsang Rampa sabía que su discípulo tenía ciertas habilidades,
por ejemplo, para ver a los espíritus de la Naturaleza y sin embargo lo instruía
acerca de la comprensión de tales “fenómenos”: -“…De idéntica manera, hasta que
no conseguimos conocer exactamente la esencia de las cosas, «nosotros» tenemos
cierta tendencia a creer que nuestro cuerpo carnal es lo único que tiene
realmente importancia”. (La Caverna de los Antepasados).
Así,
en el Camino de los Ancianos del Tarot, las Estrellas se revelan como una
verdad tan cercana al humano, como el resto de los elementos que acontecen a su
alrededor. No hay lejos ni cerca, poco o mucho, escondido o desvelado; sino la
pureza de la Verdad derramándose en el agua de la Sabiduría. No hay cuerpo
importante sino esencia del origen como polvo estelar. En el Arcano 17, las
Pléyades se expresan como parte de del cosmos afín a la figura que allí
aparece, o al igual que surge replicado como dato divino en la Biblia cuando se
cita –“Creó las Pléyades y Orión. (Amós 5,7)”
Por
lo tanto, mis amados lectores de esta página, si en este día “Las Estrellas”
tocan tu puerta, será porque es necesario volver a mirar ese interior inmenso,
repleto de herramientas así como de capacidades, para alcanzar el verdadero estado
de conexión entre ustedes y el sonido del Universo que necesita de todos
nosotros para hacer sonar la obra de armonía más perfecta que jamás haya sonado
desde hace miles de años.
Por
eso, antes que malgastar el tiempo del que ya no queda, quizá resulte
inspirador sentir por un instante la caricia del tono dorado de millones de
partículas estelares impregnando a nuestras moléculas de la memoria de lo que siempre
hemos sido.
Graciela
Khristael fuenteperfecta@gmail.com 16 de
Agosto de 2013
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