viernes, 2 de agosto de 2013

Tarot y Tù.

VIERNES.”EL CAMINO DE LOS ANCIANOS”
Columna de la Agenda Virtual Oasis del Alma/Fuente Perfecta

DEPENDENCIAS

Las excusas, como pretextos para la no-acción-  son las grandes maestras de la estupidez humana.
Nada mejor que tener justificativos para no ser ni hacer, ya que –en todo caso- siempre habrá alguien que funcione de soporte para sostener la dependencia; actividad –esta última- que propicia el aumento de las limitaciones.
Cuanto más limitados, los seres humanos aprenden y re-aprenden de sus miedos. Sin traumas no existen tales obstáculos, pero por extraño sortilegio del destino humano; siempre triunfa la persistencia en las propias discapacidades emocionales. Porque quien apela a su inteligencia emotiva, jamás dará riendas sueltas a los impedimentos sino –muy por el contrario- saldrá a celebrar de antemano el triunfo por una victoria bien ganada al desafiante destino.
Para ser vencedor de una batalla semejante contra el único contrincante que cada ser fabrica a diario: el sí mismo; es necesario no sólo el darse cuenta sino poseer un gran capital de coraje para vencer la inercia de la pereza que siempre logra su cometido: convertir al humano en un objeto vulnerable a la menor brisa que huela a miedo.
El Arcano XI, Maestro Anciano de nuestro encuentro de hoy, ilustra la esencia de “La Fuerza”, la matriz de la energía, la capacidad de vencer los propios obstáculos; aquellos monstruos creados desde la niñez, incluso los desafíos cotidianos desde entonces hasta este presente que quizá te ponen cada tanto de bruces contra el piso, ante la omnipotencia de quienes te demuestran tener más capacidades que tú.  La Fuerza de estos Ancianos Maestros, reúne en si misma las dos facetas que la integran: el poder para vencer y la dependencia al ser vencido. La Fuerza es interminable, por lo tanto la palabra abundante aun le queda pequeña para definirla. Apela entonces a esa fuerza que te sostiene en esta vida con más raíces de las que crees tener  y no temas en reconocerte débil, falible, finito así como constantemente maleable; porque serán esas razones más que suficientes para ponerte de pie una y otra vez, cuando te hayas dado cuenta por fin que todo depende de ti.
Graciela Khristael     oasisdelalmakhristael@gmail.com   2 de Agosto 2013



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