VIERNES.”EL CAMINO DE LOS ANCIANOS”
Columna de la Agenda Virtual Oasis del Alma /
Fuente Perfecta
NO ME OLVIDES
-¡Se ha ido el Amor de mi vida!, intenta explicar
sin que pueda entenderse su lenguaje un hombre acongojado mirando hacia las
nubes del cielo.
Desde las alturas todo parece inmutable.
Ni siquiera el viento que arremolina la copa de un
árbol, hace mella sobre un manojo de flores en aquél jardín.
Pero el hombre insiste como demandando a su entorno
por su aparente infortunio:
-¿Por qué nadie escucha?, ¿Acaso todo es insensible
a mi dolor?
-A mi me pasó lo mismo hace unos años. Dijo una voz
salida de quién sabe dónde, haciendo que nuestro hombre angustiado, del cielo
al suelo llevara su vista sin demora.
Detrás de él al otro lado del jardín, un sujeto
vestido muy sencillo llevando un sombrero extraño para andar por la ciudad, se
acaba de detener en su puerta.
-¿Se dirige a mí?
El inesperado visitante levanta ambos hombros,
acompañando el gesto con otro en su cara que expresa claramente y sin palabras,
algo así: -¿Y a usted qué le parece?, ¿Quién es que se queja de no ser
escuchado? ¿Hay alguien más aquí haciendo reclamos?
-¡De acuerdo! Usted no sabe qué me ocurre y dice que le pasó
lo mismo. ¿Acaso es adivino o se trata de un intento por fastidiarme aún más?
-Si del amor humano se trata, es muy sencillo darse
cuenta cuando alguien sufre por el dolor del desapego. No estamos preparados
para soltar a las personas porque en
general creemos ser sus poseedores. Así
le habló el extraño sin casi mover un centímetro su cuerpo mientras se
expresaba.
-Ella acaba de abandonarme sin más y me ha dejado a
con todo este amor dentro mío; sin una razón, a sabiendas de que jamás podré sentir algo
igual por mujer alguna.
-De eso estoy seguro. Le aseveró el hombre del
sombrero pasado de moda.
-¡Entonces puede comprender lo que me ocurre!
-¡Claro! ¡El que no puede entender es usted!
Ahora la cara con gestos que hablan por sí solos es
la del protagonista del abandono, por lo que el extraño del jardín, trató de
explicarle mejor:
-El Amor es el combustible que enciende el motor de
su vida cada día y si se fuese de usted, moriría. Jamás habrá de pasarle porque está con su Ser
desde antes de que existiese. La mujer que se ha ido se ha llevado con ella “su”
Amor y a usted le ha dejado el suyo, el que le es propio desde siempre y por la
eternidad. Que no sepa qué hacer con él, no lo dudo; a mí también me ha llevado
muchos años entenderlo. Nadie nos quita jamás el Amor que tenemos para dar y
compartir; lo que quizá se lleven es una parte de nuestro ego intoxicado con la
ceguera de la separación.
Nuestro hombre se desplomó, prácticamente, quedando
sentado sobre el suelo, bajando su cabeza hacia las rodillas y sosteniéndose el
rostro con ambas manos bien abiertas.
-Está bien, puedo entenderlo. Me llevará un tiempo
asimilarlo pero le agradezco que se haya detenido en mi puerta, me ha enseñado
algo valioso esta mañana.
-No he sido yo, ha sido mi sombrero.
-¿Su sombrero?
-Hace unos años falleció mi esposa por quien sentía
un amor indescriptible. Después de mi enojo con la vida, mi renuncia a mi
propia divinidad, mi negación al destino y todas esas cosas, me fui a vivir muy
lejos, a un campo donde cultivaban flores. Allí conocí la “no me olvides” y un
trabajador de la tierra me habló sobre la diferencia entre el apego y el
Amor. Recuerdo el pequeño ramillete que
cortó y dejó que se adhiriese a mi ropa. Luego me regaló su sombrero diciéndome: -No estás aún preparado para
soltar realmente, porque esa idea no quiere salir de tu cabeza. Toma el
sombrero y cúbrete hasta que sientas que ya puedes dejarla ir.
Al verlo a usted en el jardín supe que después de
tantos años estaba en condiciones de dejar en libertad a mis miedos porque pude reconocer en usted
que el Amor que habita en mi, jamás ha
permitido que dejara de ser Yo.
Ya no tengo ideas que retener. Le regalo mi
sombrero… ¡Quién sabe!, quizá le ayude alguna vez.
Queridos lectores, si en este día el amor o la “idea”
del no amor intentan transformar tu día en uno singularmente triste, es porque
el Arcano Maestro Anciano de “Los
Enamorados” ha llegado hasta ti, para recordarte que el amor no se triangula,
no se designa por conveniencia, no se manipula, no se traiciona ni llega a
vuestras vidas para hacerlos sufrir. El
Amor es la enseñanza más grande así como más difícil de asimilar para los
humanos, porque somos una experiencia física que pierde constantemente el
vínculo entre su cuerpo y su alma, es decir: la confianza en nuestra propia grandiosidad.
Graciela Khristael
fuenteperfecta@gmail.com 6/9/2013
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