Una de las cosas más importantes a la hora de viajar de un país a otro, es la posibilidad de encontrar calidez humana en los sitios que recorremos y en aquellos en los cuales debemos hospedarnos.
He tenido ambas fortunas en mi viaje a México; inicialmente realizado con el propósito de hacer una Formación de tres días se fue desenvolviendo en medio de hallazgos cotidianos y sin metas especiales cada vez.
Alojada en el México City Hostel (recomendación de Marita), me he sentido como en mi propia casa desde el primer día en que llegué.
Sobre la Calle Brasil 8, casi esquina Tacuba -en el corazón del Zócalo (México DF)- tuve la ocasión de conocer a personas de todas las edades y de variadas nacionalidades; intercambiando con todas ellas desde una sonrisa hasta maravillosas charlas de mutuo crecimiento personal.
Aquí tuve de anfitrionas a dos mujeres maravillosas y cuya generosidad excede los asuntos materiales porque tienen sus raíces en el Corazón. Ellas son Perla y Justa.
Como cierre de esta preciosa aventura, les dejo unas pocas fotos a manera de saludo compartido en esta red que formamos los que sabemos que se viaja de muchas maneras y que no siempre se trata de mover el cuerpo de allí donde nos encontramos.
Mucha gente ha viajado por mi durante las décadas de vida que llevo, porque he sabido asimilar las enseñanzas que a través de sus experiencias me han ido dejando.
Espero de todo corazón haberles hecho sentir que esto lo hacíamos juntos a cada momento, porque así lo he sentido, lo siento y ´se que seguirá siendo del mismo modo.
Dejo expresado aquí, mi cálido agradecimiento a Dina, Rose, Manuel, Leandro y Bernardo, del Hostel, porque me han tenido paciencia, me han asistido, me han cuidado y se han preocupado por mí.
Con Amor,
Graciela Khristael fuenteperfecta@gmail.com 29 de Octubre de 2013
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