¡Amores!
Un colibrí me dijo esta mañana:
-Los grandes no lo son por su tamaño sino por el valor que descubren de sí mismos.
-¿Cómo llegan a saberlo?, pregunté continuando con ese diálogo.
-Por los espejos.
-¿Cuáles espejos?
-Todo cuanto está en tu existencia te cuenta, te muestra, te habla de ti, hasta convertirse en espejismos.
-¿Falsas realidades, quieres decir?
-Erróneas creencias de ti.
-¿Y cuando te descubres qué ocurre?
-Sólo podrás ser lo que eres:perfección. Los espejos se rompen, echas a volar y vibras en sintonía con lo que preserva tu vida.
-¿Qué puedes decirme acerca de los otros?
-Todos somos los otros de alguien; unos para despertar,otros para mantener dormidos.
-¡Pero los necesitas!
-La necesidad le pone precio a lo mejor de ti. Cuando te descubras nadie tendrá lo suficiente para pagar aquello que jamás estará en venta: tu despertar.
-¿Pero... la familia, los amigos y todo ello; qué papel tendrán en mi vida?
El colibrí dejó la pequeña rama en la que se había posado, comenzó a mover sus alas velozmente a punto de irse de allí hacia el nido que tiene bajo una enredadera en mi jardín, a la vez que respondió:
-Serán siempre ocasionales compañeros de viaje pero nunca los poseedores del aplauso o el pago, porque tú ya habrás descubierto tu propio valor.
Con Amor,
Graciela Khristael 29/12/13
www.facebook.com/oasisdelalmakhristael
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