sábado, 26 de abril de 2014

Puertas...

¡Amores!
No se trata de apuros, de tiempos perdidos ni de enojos por experiencias repetidas.
No se trata de convertirse en devorador de datos, porque solo hace que la copa se llene más y más y entonces, desde luego, nada podrá servirse allí.
No se trata de ignorar lo pequeño porque puede sorprender al más grande.
No se trata de presionar la mente para que las cosas sucedan sin sentido.
Se trata más bien de ir al ritmo de la propia experiencia sin descartar un dato primordial: cada pensamiento hace, modifica, destruye, magnifica o transforma de una manera milagrosa... la propia vida.
Se trata de asimilar lo aprendido hasta que el aroma de una flor llegue a la memoria por su propio sonido; que la imagen de un cielo pueda verla el corazón y que la vibración de todas las cosas no requiera de los oídos para percibir su alcance.
Se trata de dar licencia a todos los actos que no conducen al propio destino en tanto se persiste en la decadente tarea de suponer que falsas realidades podrían enseñar verdades.
Se trata de hacer en uno mismo el cambio que desearíamos para los demás, sino se caería en la terrible soberbia de suponer que los demás están incapacitados para hacerlo. La limitación no es incapacidad.
Se trata de mostrar caminos pero no de señalar el camino de los otros.
En síntesis, se trata de la templanza del propio espíritu; sabio interior que siempre estará con nosotros esperando que podamos conectar con él.
Con Amor,
Graciela Khristael.


www.facebook.com/oasisdelalmakhristael


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