Cada día es un renacer que deja atrás otro que alguna vez vivimos y es la oportunidad de recapitular sobre los pensamientos así como sobre los actos de entonces, para intentar no repetir aquello que no ha sido favorable para nosotros o para los demás.
La necedad, los actos imperativos tanto como los intentos de subestimar a las personas por no pertenecer a un falso status creado para sostener un traje y no la esencia del Ser, suele aparecer de vez en vez en nuestras vidas a fin de poner en jaque nuestros principios personales. Siempre es oportuna su visita porque nos ayuda a crecer. Nos fortalece como personas. Nos revela las intenciones de los otros. Nos recuerda que nada existe separado del resto del todo.
Debemos premiar a nuestra existencia permitiendo que fluya en senderos compatibles con la misma sintonía ya que las ofertas de desvío son múltiples y las máscaras, como siempre, ocultan las verdaderas identidades.
"Se tu mismo el cambio que quieres generar en el mundo", según Gandhi.
Con Amor,
Graciela Khristael.
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