AGUA DE AMOR
La más mínima partícula deja impresa en el agua su dato de existencia.
Por efímero que sea su paso por ella, la marca de haber estado allí, no
se borra. El agua no cree ser un vehículo de transporte de todas las cosas
creadas, porque sencillamente… ¡Lo es!
En las medicinas energéticas, en las homeopáticas, en las bendiciones,
en las sanaciones y en nuestra propia gestación; en el testimonio de las
culturas más antiguas, en la lluvia, en la ingesta diaria para la
supervivencia, en la reserva de los hielos y en los ríos de las emociones; en
las piedras, las plantas y en todos los seres vivos.
El agua registra como testigo silencioso, el devenir de cada idea, de
cada acto, de cada acontecimiento en el planeta y una sola gota podría explicar
las incontables acciones de todos sus habitantes. El agua en cada uno se
sintoniza con el pensamiento propio y una sola gota de todo el Ser, resume su
condición humana.
La vibración del Amor es una corriente que no se fabrica con la mente y
una vez que surge viaja en todas las direcciones posibles, haciendo que todas
las aguas se sintonicen en una gran sinfonía capaz de sanarlo todo a su paso,
porque esa será –sin duda alguna- el Agua de Amor. Graciela Khristael. khristael@gmail.com 23-24 de febrero de 2013
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