Los grandes y positivos acontecimientos de nuestra vida, ocurren el día en que -definitivamente- aceptamos que si no somos capaces de hacer un cambio a favor de nosotros mismos; aún la más mínima brisa moverá nuestro cuerpo para que lo hagamos. Los excesos de las emociones patrocinan el derrumbe de las aspiraciones eficaces del corazón. Es preferible asumir la vulnerabilidad en esta experiencia humana, antes que concebirse derrotados en el propio espíritu. El Alma no tiene manual de uso, porque no es un objeto posible de manejar, así como el Amor no va a la escuela porque no es una estructura sino el lenguaje de todo nuestro Ser.
Graciela Khristael 23 de mayo 2013 fuenteperfecta@gmail.com
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