JUEVES.
“Historias de la gente”
Columna
semanal de la Agenda Virtual de Oasis del Alma/Fuente Perfecta.
OPORTUNIDAD
Imagine
que su vida, todo ese trayecto, es un camino en medio de un bosque que tiene
desniveles, cuyo suelo entre arenoso y suave a la vez –tejido de hojarasca
otoñal- le invita a recorrerlo con los pies descalzos; los árboles enredados
con las plantas que acompañan el recorrido, ofrecen en canastas colgadas de sus
ramas todo lo que va solicitando para subsistir. El sendero está completamente
señalizado de dos maneras sencillas, resultando que a un lado se indican “beneficios”
y del otro “perjuicios”. La inteligencia de su ser es impecable y sabe de
antemano cuándo está obrando bien y cuándo no.
De
en medio de los troncos, van saliendo las personas con las que ha ido
compartiendo cada minuto de su existencia. Así, conforme avanza por el camino,
encontrará gente de todo tipo que ha conocido alguna vez; hasta pasajeros de un
tren colmado, que quién sabe cuándo abordó para ir a trabajar, apareciendo también
en la escena.
Lo
curioso es que todos salen del mismo lado, incluso los que perjudicó con sus
acciones directa o indirectamente, también aquellos individuos sobre los que
pensó mal; especialmente los que siempre eligió como objeto de maltrato, porque
no lograba subordinarlos a sus manejos.
Tal
vez, entonces, piense: -¡Qué maravilla!, recorro toda mi vida y todos son “beneficios”.
La
respuesta es: -¡Sí!, todas han sido oportunas ofertas de aprendizaje para su evolución.
Al
final del camino, a escasas horas de su muerte, el único cartel que aparece en
aquel sendero es el de “perjuicios”; pero nadie aparece.
Una
rama de roble encargada de echarle al vacío, le entrega una tarjeta doblada a
la mitad en cuyo frente dice: “Única persona perjudicada”. Al abrirla un espejo
en su interior le devuelve su propia imagen.
Comienza
a caer…
En
medio del vacío lo toman las manos de una flor de loto que le explica: -Ya
caíste al sitio de lo más profundo, en donde toda la suciedad ha sido retirada
de tu cuerpo. Vuelve una vez màs y ahora sí: haz bien tu trabajo.
Graciela
G. Khristael oasisdelalma@gmail.com 18 de julio de 2013
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