Volvemos a compartir...
TU,
SIEMPRE TU.
Cada día, un insospechado
suceso te aguarda.
Sencillamente porque las horas
y los espacios que están ante ti, resultan una incógnita al despertar.
Aún cuando pudieses
planificarlo todo, en realidad jamás lo abarcarías porque no está al alcance de
tu control.
¿Qué podría sorprenderte
alguna vez si ya tienes la vida organizada?
¡No te engañes!
Eres parte de la humanidad que
experimenta el misterio de las múltiples posibilidades; de tal suerte que un
día te ves en el espejo de los ojos de alguien y te reconoces.
Porque todos los otros son
también tú.
Así es que la diferencia entre
las personas no radica en las apariencias de sus trajes sino en el uso que le
dan a la semilla de sus corazones.
De cada semilla nace una
planta, de cada corazón un ser, de cada ser una oportunidad de experimentar el
Amor que enlaza la red planetaria de vida. Entonces, cuando te enredas en ella;
cuando te enlazas con los otros; cuando te enamoras; estás siendo tú: la
manifestación del Amor.
Si en cambio te pierdes en los
deseos de control sobre todas las circunstancias, terminarás atrapado por
alguien similar, en un interminable intercambio de falsas percepciones. Si no
te conoces creerás en las ilusiones de los celos, la posesión, la soledad o la
vida sin sentido.
Si te descubres, sabrás que eres
la única persona que experimenta la amorosa espiritualidad en ese cuerpo; es
quien debe hacerse cargo de que no existe persona alguna allí afuera que pueda
darte lo que no tienes para dar.
El Amor no reúne por carencias
ni genera sufrimiento o sensación de abandono.
El Amor es una sensación de
plenitud que excede cualquier agenda y tiene un protagonista esencial: Tú,
siempre tú.
Graciela Khristael. fuenteperfecta@gmail.com
14 de febrero de 2013, re-editado el 3 de octubre de 2013.
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