viernes, 4 de octubre de 2013

Viernes de Los Ancianos

VIERNES. EL CAMINO DE LOS ANCIANOS
COLUMNA DE LA AGENDA VIRTUAL OASIS DEL ALMA/FUENTE PERFECTA

FUERA DE LA TORRE

Llevan años viviendo de tal modo que no puede comprenderse la razón, ya que se quedan allí pese a que apenas  pueden moverse en pequeños giros sobre sus talones. A veces 45 grados a la derecha; en ocasiones 90 grados a la izquierda; por lo general 180 grados hacia atrás pero jamás aconteció un giro de 360 grados.
Las paredes sólidas que los contienen a la vez justifican su otra función que no es otra que retenerlos ahí,  aunque si los muros no existiesen de todos modos seguirían sin salir del lugar.
Puentes inservibles como las promesas suelen ser una manera de conectar a unos con otros; diálogos internos, incesantes así como repetitivos ocupan la mayor parte de la atención diaria dejando a unas pocas ventanas y puertas, la ficticia creencia de conectar con la realidad exterior.
Bullicio de interferencias en las afueras en la misma proporción en que el silencio se instala de repente en el interior.
Sensaciones de júbilo momentáneas y tristezas prolongadas completan un álbum inventado de posibles experiencias por vivir. Sueños, esperanzas al mismo tiempo que los proyectos, se aventuran en un zafarí increíble, por el mundo eterno del nunca hacer o del famoso “tendría que…”  
-¿Vas comprendiendo tu que lees en este instante?, ¿A quién puede referirse este escrito que no sea a ti y a cada uno de los humanos que vamos intentando fluir en la vida cuando –en principio- demoramos en atrevernos a salir de la propia estructura?
Las limitaciones emocionales extienden sus raíces desde la mente hacia el corazón y se alimentan erróneamente de una energía que no tiene esa finalidad; porque cuando se gira en pequeños ángulos queriendo voltear la mirada de un hecho al otro, por lo general se acaba echando anclas en el pasado de la vida y los 180 grados terminan por significar que se ha vuelto al punto de partida.
Un giro de 360 grados, en cambio, señala un círculo cerrado y una sola opción: iniciar un nuevo proceso porque todo lo que debió haber sido ya fue y es tiempo entonces de salir de la propia estructura. Romper las paredes de los imposibles es indicio irrefutable de quedar fuera de la torre infranqueable de los miedos,  la comodidad o de la hipocresía.
Si desaparecen las quejas, sólo queda un nuevo libro abierto para escribir los nuevos propósitos.
Así es que si estás pensando en cambiar algo en tu vida, o si algo ya ha sucedido y no te atreves a verlo o aceptarlo; recuerda que en el Camino de los Ancianos, la Torre te trae en este día el resultado de una situación irreversible: -¡Estás fuera!
Ahora queda algo por hacer: -¡Acepta el desafío de hacer algo nuevo, soñado, registrado en tus memorias Universales!
Aquella Luz que ilumina un tiempo nuevo, deja a la vista lo que estaba oculto en la oscuridad de la propia prisión interior, sirviendo de constancia suficiente de que ya te encuentras experimentando el nuevo círculo de tu vida que queda en otro sitio de ti mismo, sólo que esta vez no es adentro sino afuera de la torre.

Graciela Khristael    fuenteperfecta@gmail.com    4 de octubre de 2013

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