Coordenadas

¡Amores!
Buen lunes y excelente semana de experiencias enriquecedoras de vida.
Hoy compartimos del Libro “Todo el Año Contigo”, un fragmento de las páginas 72-73.

COORDENADAS

“….
-La vida se posa sobre las columnas de nuestra cotidianeidad para hacernos notar la diferencia entre la estructura que somos y la maravillosa plasticidad de todo lo que fluctúa en todas las direcciones de nuestro espacio-tiempo imaginario.
-¿De qué hablas?
-De tu momento, de mi instante, de los tiempos ajenos. Cuando uno piensa "creo que...", otro teme "creo que no..." y alguien aventura "¡no lo puedo creer!". Todo sale del mismo sitio: un pensamiento. Somos viajeros de esta aventura en la que unos van de conductores, otros de guardianes, la mayoría de inquietos aprendices, muchos más que los pensados transitan de testigos; pero cualquiera sea el boleto que hayamos adquirido estamos todos ante el mismo desafío: llegar a la próxima estación.
-Es así como puede entenderse con claridad el hecho de que todos, como constantes pensadores, podríamos hacer de nuestra Tierra el verdadero paraíso que quisiéramos preservar.
-Todos los días de cada año de nuestras vidas serán según los pensamientos.
Piensa en tu paz para descubrir la paz de un mundo que piensas fuera de ti y al final serás unidad con la coherencia.
-Reconozco en mí así como en todo cuanto me rodea, la fluctuación de los estados de ánimo.
-Veámoslo de este modo: Dos ejes al cruzarse coinciden en un punto. Dos coordenadas en un mapa localizan un lugar.
¿Pero qué ocurre cuando las dos coordenadas de pronto se transforman en "X" (Una persona cualquiera, pudiendo ser tu madre, tu hermana, tu vecino, tu ex pareja, tu acreedor, tu amiga y hasta un eventual vendedor que toca a la puerta de tu casa.) al tiempo que la "Y" te representa (como símbolo de "YO")?
Se cruzan los momentos, las palabras, los rencores, las alegrías, la impotencia, las expectativas, el duelo, la injusticia, la paz, el consuelo, lo irremediable y lo por venir.
Esa coordenada genera un instante en el que puede que todo se desborde de tu ser, en cualquiera de los dos extremos: alegría o sufrimiento.
Y entonces puedes comprobar, sólo entonces, que aquellos monjes zen de la antigüedad tenían y siguen teniendo razón, ya que no puede introducirse una nueva experiencia, renovadora, sanadora e incluso tan o más feliz que la vivida, si primero no se vacía el envase.
Por ejemplo, bajo una influyente luna llena, las mareas internas del ser se ponen en movimiento llevando a las orillas del alma, de todas las memorias así como de cuanta experiencia se haya vivido; los restos tóxicos para ser expulsados y las vitaminas del Amor para que salgan a donar parte de su exceso.
Eres un espíritu fluctuante en tus emociones en las postrimerías de un tiempo que ya necesita de un ajuste, como los antiguos relojes a cuerda, porque no es algo que pueda hacer la tecnología sofisticada sino las manos de los propios humanos.
-Qué bueno es sorprenderme una mañana reconociéndome absolutamente ignorante de todo a la vez que recibiendo un breve instante de inspiración acudiendo al encuentro de ese vacío que provoca la huida de todo conocimiento. Aunque sólo dura un instante casi imperceptible, una fracción de espacio-tiempo se convierte, sin embargo, en el elixir espiritual del día.
Porque la esencia de la fragancia sublime de la vida está ante todos nosotros vibrando en un lenguaje que se comunica, pero nos resulta difícil comprender de qué se trata. Creemos que quienes no entienden son los animales, las plantas y las piedras; pensamos que el agua es algo que está allí y nada más.
Pareciera que estamos experimentando la Naturaleza sin saber que somos de alguna manera su experimento. Qué maravillosa sorpresa es que se te mezclen todas las piezas de un puzle, porque quizá es la única manera de intentar volverlo a armar de un modo diferente.”
Con Amor, de su Autora:
Graciela G. Khristael 3/2/2014
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