¡Amores!
Por efímero que te parezca cada instante, quedará impreso en el universo expansivo que jamás se detiene. Por eso, aun cuando no puedas eternizar un momento, éste podrá ser eternamente hallado; porque por irrelevante que supongas un acto, éste tendrá su lugar en tus memorias y tú serás siempre parte de tal universalidad.
Observa un vaso con agua y trata de imaginar cuántas esferitas invisibles a tu ojo físico podrían existir allí. Luego puedes pasar el agua a una jarra, con parte de ella regar una planta y hasta dejar congelando unos pocos centímetros cúbicos.
No se ha ido del planeta, pero el agua de tu vaso ya no está en el mismo sitio.
-¿Crees que se ha perdido?
Con el mismo criterio de búsqueda mira algunas piedras, la arena, un árbol o lo que sea que tengas cerca en este instante y pregúntate de dónde vinieron.
Esa coordenada que habitas, alguna vez otros la compartieron.
Viajas por la misma ruta por donde pudieron pasar guerreros, gigantes, animales inmensos, lluvias; tal vez ese camino fue montaña, quizá mar, morada de tus ancestros; simplemente… echa a volar tu imaginación. ¡Pero hazla soltarse realmente!
El entramado de vida que te tiene siendo y haciendo en este proceso de la existencia humana requiere de tu participación consciente, dando por terminado un ciclo repetido de sucesos que –en lo que a tu propia vida concierne- verás que ya son irrelevantes.
Más, si prefieres continuar tu experiencia tal y como la llevas adelante; no temas ni te preocupes porque tendrás muchas y eternas oportunidades, luego que culmines este aprendizaje.
Graciela Khristael fuenteperfecta@gmail.com 25/4/2013 re-editado 4/6/14
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